Es realmente
llamativo, hasta dónde puede llegar una ambición. Una persona puede ambicionar
objetivos y eso está muy bien, ¿a quién no le gusta progresar? Pero cuando
para la consecución de una ambición, se van dejando cadáveres por el camino, ya
se convierte en enfermiza. Normalmente suelen ser personas sin escrúpulos que
pretenden conseguir sus fines a toda costa, sin darse cuenta de lo que van
dejando por detrás. Este tipo de “elemento” suele terminar asesinado, en un
psiquiatra o metido en una secta como la Cienciología.
Pero sin
duda, el más pintoresco personaje ambicioso, es el idiota o como dirían en
Asturias el “babayu”. Este es aquel que ambiciona lo que intelectualmente no
puede conseguir y además es imposible porque no tiene capacidad para ello. En
su intento de conseguir a toda costa aquello que ambiciona y que no es
consciente de que no puede adquirir, es capaz no solo de dejar cadáveres en el
camino, si no de ahorcarse con su propia corbata o de tirarse por una ventana
de un entresuelo 5 veces, para intentar suicidarse desde un quinto piso.
El ejemplo
extremo de este “personaje” es Pedro Sánchez. Un tipo sin carisma alguno, que
siendo atractivo físicamente, resulta patético porque no sabe reírse, es más,
nadie le enseño a reír, porque nunca se ha tomado en serio que su físico, no
acompaña al interior de su cabeza. Eso le hace ser un “triste”, pues debe tener
momentos de lucidez en los que se da cuenta de la inmensa carencia que tiene.
Siempre ha sido un “segundón” que no ha hecho nada por si mismo. Vividor
permanente de la política al auspicio de PSOE, siempre colocado en puestos de
relleno, sin destacar nunca en ellos. Consejero de Caja Madrid y por tanto
responsable de la gestión, quiebra y posterior rescate de la entidad. Todo un currículo,
de un “chupóptero” social de los que abundan cada vez más.
El destrozo
del Partido Socialista, protagonizado por otro espécimen de la misma especie,
pero este al menos estuvo colocado como becario en la misma facultad en la que
estudio, en la disciplina de Derecho Constitucional, durante tres años, del
2003 al 2006 donde se percató, como todo buen parásito, en que la política era
un hábitat con humedad suficiente para poder sobrevivir de una forma más que
decente, en lugar de estar partiéndose el lomo en un bufete como pasante, que
es a lo máximo que hubiera podido aspirar y que además le va al pelo por la
categoría laboral : “pasante”.
Pues
Zapatero, sin saber muy bien como, consiguió hacerse con las riendas del PSOE.
Los militantes, todo hay que decirlo, tampoco saben bien como llegó este
muchacho de León a Secretario General y alguno piensa que ha sido por un
fenómeno sobrenatural de abducción del militante.
Pues de
Secretario General del PSOE, por un desgraciado atentado el 11 de Marzo de 2004 en Madrid Atocha mediante mochilas bombas,
cuya onda expansiva colocó al inefable zapatero en el sillón del Gobierno de
España, después de haber sido durante la legislatura 2000 al 2004 Jefe de la
Oposición y el pim pam pum de José María Aznar en sesiones parlamentarias que
resultaban en ocasiones hilarantes.
En la
primera legislatura, ZP, que era como lo llamaban, vivió de las rentas, de unas
arcas que le quedaron llenas. Esto no quiere decir que José María Aznar y el PP
lo hicieran de maravilla, pues su gestión ha tenido mucho que ver en la crisis
que sufrimos los españoles en el 2008, pero lo que es innegable es que en el
2004 las arcas estaban llenas y que ZP, parecía Papá Noel, gastando sin control
en múltiples ocurrencias.
La segunda
legislatura, en el 2008 la cual consiguió, vaciando las arcas del Estado y
prometiendo a todos los españoles 400 euros lineales del ala y negando la crisis y
llamando agoreros a los populares por que estos decían que la crisis iba a ser
profunda. Quiero acordarme en este punto, del debate entre Pedro Solbes y
Manuel Pizarro, donde con un ojo tapado, como el pirata de pata de palo de
Sabina, negaba que entráramos en recesión y en crisis, cuando un desesperado
Pizarro, se afanaba por dar datos e índices internacionales que apuntaban a lo
contrario.
Pues
efectivamente, ZP ganó de nuevo las elecciones, e incumplió, como no, su
programa electoral. Los españoles cobramos parte de esos 400 euros, pero luego
nos los quitó, porque por más que rascara en las arcas del estado, estas habían
tocado fondo y no había donde rascar. Empezaron entonces los recortes, porque
Merkel sacó la calculadora financiera y le dijo que como se portara mal, le
quitaba la paga semanal.
ZP que es
muy sensible a los castigos, congeló el sueldo de los funcionarios y lo que es
peor congeló, lo que nadie se había atrevido a congelar, las pensiones.
Congelar las pensiones, era algo tan antinatural y parecía tan imposible con un
gobierno socialista, como intentar congelar una ballena en un frigorífico
Zanusi. Pero para ZP que era todo poderoso, no había imposibles y las congeló
¡¡Vaya si las congeló!!
Solbes que
era un gran conocedor de la política económica de la UE, dio una serie de
pautas a ZP para intentar equilibrar las cuentas del estado. ZP no pudo aceptar, porque el “chiringuito” se le podía
revelar. Pedro Solbes, dimitió, como no podía ser de otra manera, si no quería
pasar a la historia como un Ministro inepto de economía. Se nombró entonces, a
Elena Salgado, que no tenía ni puñetera idea de política económica, pero sabía
un montón de secadores, peinados y peluquerías de moda y quien lucía un peinado tipo Merche Alcántara de la serie Cuentame como pasó.
Para cubrir sus
carencias, “el inefable” nombró a otro indocumentado para dirigir desde la
sombra la política económica del país, Miguel Sebastián, el cual nos llevó al
desastre más absoluto que desembocó en un adelanto electoral, adelanto
electoral que desembocó en una mayoría absoluta del PP con un poder,
comunidades autónomas alcaldías y gobierno, desconocidos hasta el momento.
ZP dimitió y
desapareció de la vida política, dando paso a Pérez Rubalcaba para recomponer
los desaguisados, jirones y muertos vivientes en el que ZP había convertido el
partido. Por mucho empeño que puso Rubalcaba para la recomposición del partido
aquello no lo arreglaba ni dios de forma que se convocaron unas primarias, que
ganó Pedro Sánchez, en adelante Kent el novio de la Barbie y que disputó el
liderazgo para la Secretaría General con Madina.
Lo único que
le faltaba para intentar recomponer el partido, digo yo, era un “careto” tipo
Felipe González, cuya imagen fue el capricho de las niñas de entonces, Bueno
pues yo creo que lo votaron, porque tenía imagen, pero a diferencia de Felipe,
este lo que no tenía era nada debajo del pelo, es decir, se acerca mucho a lo
que se define como un indigente intelectual.
De ser un
segundón y un mandado dentro de partido, Kent se vio tocado por la mano de Moisés
para dirigir al pueblo, más que hacia la tierra prometida, hacia el abismo y a
la nada.
Tomó Kent, la vara de mando del PSOE y lo arrastró en las municipales
y Autonómicas, a los resultados peores de la historia del Socialismo, solo
maquillada por los pactos contra natura, realizados con Podemos, partido este
del que escribiré algún día.
Llegan las
Elecciones Generales y Kent, obtuvo los peores resultados de la historia del
PSOE en una elecciones generales con 90 pírricos escaños, Casi le pega el sorpaso
Podemos y se sitúa en la segunda fuerza política.
Hasta aquí
ha llegado la historia de Kent, su recorrido y el motivo de alcanzar un puesto
de responsabilidad al que ha llegado prematuramente a su nivel de
incompetencia, al segundo día de ostentar el puesto.