Que habrá ocurrido este mes de octubre para tener tantas muertes y de tanta categoría.
Esta vez, murió Nestor, Nestor Kitchner. Desde luego ninguna muerte es deseable y nadie se puede alegrar de un fallecimiento, a no ser que el fallecido haya sido un auténtico hijo de puta, de los que la historia no está huérfana. La cuestión es que una cosa es el sentimiento de una muerte y otra el que la propia muerte redima al fallecido y favorezca a su viuda. Este es exactamente el caso de Kitchner. Resulta que él como presidente de la republica primero y posteriormente con su mujer Cristina, han llevado a los argentinos a la ruina más total y absoluta. Vendieron sus activos estratégicos, como la energía y las comunicaciones, metieron la mano en la caja en la provincia de Santa Cruz, cuando era gobernador y lo que habrá hecho cuando era presidente de la República. Se han cargado el campo, y han terminado con la ganadería. Cuando estuve en Argentina, me maravilló su riqueza, su paisaje y sus gentes. No se puede comprender que un país que lo tiene todo, sus ciudadanos no tengan nada y viva una gran mayoría, a la última pregunta. No tiene explicación y si tiene explicación, solamente pasa por que todos los gobernantes que han tenido se han dedicado a expoliar el patrimonio de los argentinos.
Los kichner, taparon la boca a los medios de comunicación, que al igual que en España, son incapaces de morder la mano de quien les da de comer y convirtiéndose así en cómplices de las prevaricaciones y corrupciones varias de este singular matrimonio, exceptuando el periódico Clarin, con el que los kitchner no han podido, lo intentaron, rozaron el larguero, peno no consiguieron ponerle el bozal. Acicate incansable de los Kitchner y uno de los periódicos de mayor tirada de Argentina.
Una de las cosas que más me sorprendieron de Argentina, era que con todas las personas con las que conversaba, ninguna podía soportar ni al peronismo ni a Los Kitchner, teniendo todos una especial ojeriza a Cristina. Y yo pensaba, ¿pero habrá votado alguien a esta tía?.
La cuestión es que con todas las encuestas en contra y los índices de popularidad bajo mínimos, los Kitchner dan un golpe de efecto, que ni hecho a la medida: Nestor se muere. Ni Clarín, ni CLARÍN, se atreve a llamar a las cosas por su nombre y se unen al drama colectivo de la orfandad política, creando una psicosis en el pueblo argentino de desamparo y de solidaridad con la viuda, que se esconde detrás de unas gafas oscuras en agradecimiento a su marido muerto, en un último y rentable acto de servicio. El índice de popularidad y los datos de la encuestas, se han tornado a su favor a pocos meses de las elecciones presidenciales, en la que gracias a la muerte de su marido Cristina va a repetir mandato, condenando al país que acogió a nuestros emigrantes desde los años 50, cuando Argentina era la tierra de las oportunidades, a la más absoluta de las miserias, supeditada al capital extranjero y con una inflación difícil de soportar en cualquier economía. Seguramente, a algún imbécil del próximo gobierno de inútiles adeptos a Cristina, se le vuelva a ocurrir, aquella famosa paridad de un peso igual a un dólar, para crear un espejismo en la población que se verá mucho mas empobrecida a los pocos días.
Pero para quien no sabe donde quiere ir, cualquier camino sirve, a pesar de que todos sabemos dónde se dirige Argentina, con gobiernos de este calibre.
Que Nestor Kichner descanse en paz y que Cristina deje descansar en paz también a los argentinos
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